jueves, 16 de octubre de 2008

El proyecto Artístico.

La siguiente entrada tiene como objetivo fijar las ideas del proyecto de cada alumno mediante una memoria. Esta memoria servirá para estructurar el objetivo, el proceso metodológico y el plan de trabajo de cada proyecto. También ayudará a estructurar las etiquetas de las entradas que se realicen en el Blog.

La estructura de la memoria será la siguiente:

TÍTULO DEL PROYECTO: Título en una frase que de una imagen global del proyecto. Servirá el título del Blog. El título lo podremos cambiar durante la realización del proyecto.

INTRODUCCIÓN: La introducción servirá para resumir el contenido del proyecto y justificar el interés del mismo. Al no estar el proyecto definido podemos describir la motivación y la idea inicial (se podrán utilizar fragmentos de la primera entrada de presentación del blog). La introducción se completará una vez completado el proyecto.
Realizaremos una entrada en el Blog para la introducción con la etiqueta “Introducción del proyecto”. Se eliminará la etiqueta de la entrada de presentación de principio de curso (el que la tenga) no la entrada.

OBJETIVOS: Los objetivos se introducirán en una entrada con la etiqueta “Objetivos”

- OBJETIVOS GENERALES: Propósito general del proyecto.

- OBJETIVOS ESPECÍFICOS: Desglose de los objetivos en las distintas fases del proyecto.

METODOLOGÍA: Conjunto de métodos que seguiremos en el desarrollo del proyecto para conseguir los objetivos.

Se introducirá una entrada llamada "metodología y plan de trabajo"

PLAN DE TRABAJO: Elaboración de un diagrama de Gantt. La carta o diagrama de Gantt consiste en un diagrama en el cual el eje horizontal representa las unidades de tiempo, y en el vertical se registran las distintas etapas y actividades del proyecto. Ejemplo:




Dicho diagrama irá acompañado de una explicación.

Se introducirá una entrada llamada "metodología y plan de trabajo". La misma que la anterior.

TRES VIVENCIAS: El cine


De mis días, de tantos años ya pasados, rescato todas esas tardes en las que me he asomado al mundo del cine. A veces con mucho acierto y a veces con no tanto. Con mis mejores amigos. Lloviendo, con la humedad de mi Laguna o el calorcito templado de Santa Cruz. Esperando que llegara el viernes para ir, sin dudar, al CINE, con mayúsculas. No sé por qué, pero me ha quedado en el recuerdo una película: "El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas", dirigida por Paul Newman y protagonizada por su mujer, Joanne Woodward. Es antigüa, del año 1972, pero ya entonces era más que evidente que hay grandes del cine.

TRES VIVENCIAS: Los viajes

Te vas con desgana y cierto temor de casa, no te apetece cambiar de ambiente, perder la comodidad y la seguridad de lo cotidiano. Pero también se te despierta la sensación de aventura, la curiosidad, la fascinación por paisajes, culturas y experiencias diferentes. Por mi profesión he tenido la oportunidad de ver y convivir en lugares espectaculares, a veces mágicos. La primera comida en la Antártida, en la base uruguaya de Rey Jorge, cuando vimos por primera vez leones marinos dormitando en la playa. El trabajo en islas Galápagos, casí acariciando a las iguanas y navegando sobre un mar de tiburones. La cercanía de mis gentes con las gentes de allá. Desde luego, hay que desterrar los puentes levadizos.

TRES VIVENCIAS: La lectura


Leer es una de las vivencias más enriquecedoras que podemos disfrutar en nuestra vida. Es una experiencia presente a lo largo de todas nuestras edades, va con nosotros, evoluciona con nosotros y nos marca de manera importante en muchos casos. Hay autores que nos llegan y nos hacen vibrar, de los que no nos separamos en muchos años, que nos acompañan y nos enseñan, del amor, del desamor, de la sabiduría.... Gabriel García Márquez, Aracataca, Macondo.... son parte de mis vivencias importantes.

lunes, 6 de octubre de 2008

Ángel Hernansáez de Dios

(Murcia, 21 de febrero de 1937)

Estudió en las Facultades de Bellas Artes San Carlos de Valencia y San Fernando de Madrid. Licenciado en Bellas Artes y Catedrático de Dibujo.

Ángel Hernansáez ha mostrado a lo largo de toda su obra una curiosidad creativa que lo ha llevado a transitar muy distintos caminos de la plástica, todos ellos con resultados destacables. Miembro de la generación que en los difíciles años sesenta vino a aportar aires de renovación al panorama artístico regional, el pintor admite como influencias iniciales las recibidas de los miembros de la escuela de Vallecas; más adelante vira hacia el realismo y, finalmente, se acerca a la abstracción, sin miedo hacia rupturas que pueden calificarse de violentas, aunque efectuadas sin renunciar al paso atrás cuando lo estima necesario. Siempre ha sabido conjugar en sus cuadros, bajo esta aparente diversidad multidireccional, lo que es un hecho de su personalidad artística: la fusión, cada vez más madura, de su emoción insobornable e inconformista, de una técnica pictórica depurada y de un colorido tan plural como sus estados de ánimo.


José María Párraga Luna

(Cartagena, 1937 – Murcia, 1997)

Accedió a la Escuela de Artes y Oficios, teniendo como profesores a Garay y Ballester, entre otros. A los diecinueve años ganó su primer premio, y en un corto periodo otros más, lo que le permitió adoptar la pintura como profesión gracias además a su participación en numerosas exposiciones individuales y colectivas y a la recepción de encargos de muy diversa procedencia. Muy atado a Murcia y a sus círculos artísticos y culturales, no desdeñó por ello efectuar giras formativas por diferentes países europeos movido por su afán de aprender e investigar.

Su obra está caracterizada tanto por la enorme producción como por su singular estilo. Destacó por su facilidad para el dibujo –utilizando el lápiz, pero también procedimientos menos habituales como el bolígrafo o el rotulador- y por su destreza en una especialidad poco extendida: el pirograbado. Además pintó con profusión óleos y acrílicos, compuso collages, realizó murales, se involucró en escenografías teatrales, ilustró libros y revistas y confeccionó numerosos carteles. En todos los casos dejando testimonio de su personalísima impronta, caracterizada por el dibujo de trazo firme y rectilíneo y la utilización –cuando lo hace- de colores planos, uniformes y apenas matizados.

José María Párraga ejemplificó, quizás junto a María Dolores Andreo, toda la fuerza iconoclasta y plena de rebeldía que subyacía en los ambiente artísticos murcianos de principios de la segunda mitad del siglo. Poseedor de un lenguaje y una iconografía completamente personales y excepcionales, enriquecidos con ciertas sugestiones de Picasso, Guayasamín, Klee e incluso Mondrian, es uno de los autores más inexplicables y deslumbrantes de la pintura murciana del siglo XX (Cruz, 1999).


Francisco Serna Serna

(Alguazas, 1935)

Expuso por primera vez en público a los treinta años, tras seguir cursos de Dibujo y Modelado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando e iniciarse en la práctica litográfica en la Escuela Superior Técnica de Berlín. Compaginó estos estudios con los de Derecho y Filosofía y Letras, dedicándose más tarde a impartir inglés como catedrático en Murcia.

Serna ha tenido en buena parte de su trayectoria artística un modo muy peculiar de crear los cuadros, mediante la yuxtaposición de planos producida unas veces por la acumulación de color y otras por superposición de las figuras. El dibujo esquemático aunque rico de sus primeras etapas ha dado paso a una obra diferente con recursos de color mucho más abundantes (esto queda claramente reflejado en sus series sobre la Arcadia, particular mundo feliz que el autor crea para llenarlo de hombres y mujeres estilizados cuyos rostros se quedan en un mero esbozo, acompañados por la presencia de pájaros, estáticos o en vuelo, carnales o mecánicos), donde paisajes y figuras se imbrican en una trama de claro sabor barroco (Cruz, 1993).


Aurelio Pérez Martínez

Conocido en el mundo de la pintura como Aurelio, nació en Alhama el 5 de febrero de 1930. Murió en el año 2000.

Inició sus estudios de Bachillerato en el Instituto Alfonso X donde tuvo como profesor al pintor Almela Costa. Durante este período, aproximadamente a los catorce años, comenzó a pintar.

Poco después se trasladó a vivir a Murcia donde fomentó la relación con varios de los pintores consolidados del momento (Garay, Bonafé, Mariano Ballester,…), con los que inició su aprendizaje, que más tarde continuo en la Escuela de Artes y Oficios –donde tuvo como profesor a Garay- y culminó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Este bagaje le servirá para sus primeras exposiciones en Madrid y para introducirse en los ambientes artísticos franceses, país donde residió varios años. De nuevo en España desde 1961, vivió en Alhama donde se dedicó a la pintura y a la docencia.

Aurelio fue creador de un sugerente y madurado lenguaje pictórico que atravesó muy diversas etapas: desde el lógico academicismo inicial hasta su último ingenuismo de trasfondo geométrico, pasando por períodos marcados por la experimentación expresionista y el cubismo.

Vinculado al estructuralismo realista, espero hasta 1992 (es decir, pasados ya los sesenta años) para realizar un quiebro sorprendente y exitoso, rozando la pura abstracción a través del simbolismo. Aunque es conocido que el pintor reniega del término abstracción y de las connotaciones que alberga, entendiendo que toda obra creativa es abstracta, no se puede negar el radicalismo de los últimos postulados plásticos de su obra a la vista de su trayectoria anterior. La exposición “Memoria de la Alcanara”, celebrada en el citado año en la sala de Verónicas en Murcia, es señalada como el punto donde se produce el cambio radical aunque también es cierto que el autor no rehuyó en el pasado de los experimentos y los intentos de investigar nuevas formas de expresión, fundamentalmente en el uso de los colores.

Su obra queda caracterizada, precisamente, por el uso preferente de los ocres y de toda la gama de amarillos y, si se pudiera cohesionar en un mismo discurso toda la obra del pintor, éste sería el carácter naïf que siempre se mantuvo subyaciendo en sus trabajos.


Ramón Alonso Luzzy

(Cartagena, 17 de mayo de 1927-2001)

Pintor de sólido compromiso con su tierra, Cartagena, tanto en lo pictórico como en lo literario y también en lo social y lo político, llegando a ocupar el puesto de senador electo por Murcia entre 1982 y 1986.

Comenzó su dilatada trayectoria artística en su ciudad al amparo del maestro Vicente Ros, de quien recibió una decisiva influencia no sólo en lo artístico sino igualmente en lo humano.

Su pintura pasa por diferentes etapas, desde el realismo de los comienzos, la abstracción, la mitificación monumental, hasta llegar al expresionismo. Ha desarrollado en su obra destacables murales de inspiración cubista, siendo asimismo de gran importancia su pintura de carácter social, con la incomunicación y la soledad como argumentos, y en su última etapa los espacios abiertos y los cromatismos extremos de la Sierra Minera de Cartagena y el Mar Menor.

Junto con Manuel Avellaneda es uno de los pintores murcianos que aportan nuevas e inauditas perspectivas al tratamiento del paisaje en la pintura. Sus paisajes pueden describirse como carentes de decorativismo, de concesiones y facilidades a la mirada, donde ofrece una visión áspera y esencial de la naturaleza que le lleva a apartarse de la línea más amable y sentimental propia de la pintura murciana. De pincelada espesa y cargada de materia, sus paisajes son captados desde puntos de vista más bajos que, por ejemplo, los de Avellaneda, lo que da lugar a una aproximación mayor, a un diálogo más íntimo con la tierra seca y adusta que invita a la búsqueda de un tiempo perdido (Cruz, 1999).

Luzzy es una artista cerebral, intelectual, cartesiano y racionalista, y se podrá decir que es un pintor expresionista, pero será más inequívocamente definitorio decir que es el pintor de la incomunicación (Colao, 1975).

viernes, 3 de octubre de 2008


Oscar Domínguez

Nació en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) el 3 de enero de 1906. Su primer cuadro data de 1926, Autorretrato con pipa, y está firmado con la expresión Óscar X que utilizó en su primera época. En 1927 viajó a París para organizar la exportación del negocio platanero de su padre. Allí entró en contacto con el movimiento surrealista, que marcó de una forma determinante su trayectoria. Conoció además a Paul Éluard, Man Ray y Wilfredo Lam. En 1928 expuso en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife en compañía de la pintora francesa Lily Guetta. Su primera individual fue organizada por el grupo surrealista tinerfeño de Gaceta de Arte, en 1933; de esta época son algunos de sus cuadros como Retrato de Roma, El piano o Paisaje de Canarias. La iconografía de sus obras alude frecuentemente a volcanes, grutas y la vegetación típica de las islas; también hay latas de conserva, imperdibles, revólveres, flechas, leones y toros que forman parte de sus objetos surreales. Al año siguiente, 1934, se incorporó al círculo de André Bretón y se sumergió por completo en el surrealismo de sus maestros: Salvador Dalí, Max Ernst, Yves Tanguy, el rumano Víctor Brauner, el chileno Roberto Matta o Picasso. Entre sus obras de aquellos años, de un estilo en parte deudor del de Dalí, y en los que a menudo se inspira en el paisaje canario, destacan Drago (1933), Máquina de coser electrosexual (1935) y sobre todo el espléndido Cueva de guanches (1935), expuesto en el Centro de Arte Reina Sofía. En 1935 participó en la Exposición Surrealista de Santa Cruz de Tenerife, en la que firmó el manifiesto Du temps que les surréalistes aviaient raison. También son importantes sus objetos surrealistas, entre los que destacan Pérégrinations de Georges Hugnet (1935) y L'arrivée de la Belle Epoque, montados en París en la Exposition Surréaliste d'Objets de la Galerie Charles Ratton en 1936.
A finales de esta década emprendió su llamado "periodo cósmico", uno de los más interesantes de su carrera. Lo inició con Paisaje abisal. Junto a Ernesto Sábato elaboró la Teoría de la petrificación del tiempo, otra de sus aportaciones destacadas al movimiento surrealista, e introdujo en su obra formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas. También estrechó su relación con Picasso. Por entonces se inspira en el libro Lancelot 28º - 7º del poeta surrealista canario Agustín Espinosa para componer su cuadro del mismo título; para él también había hecho la cubierta de Crimen (1934), la más importante de las novelas surrealistas en español. Posteriormente rompió con el Surrealismo y con André Bretón, fuertemente influido por la obra de Picasso.
Ilustró con aguafuertes Poésie et verité (París: Les nourritures terrestres, 1947), de Paul Éluard. Hay que mencionar también su propio libro de versos Les deux qui se croisent (Paris: Fontaine, 1947). El artista vivió los últimos años de su vida preso de la locura tras sufrir acromegalia, enfermedad degenerativa que deformó su físico e hizo crecer extraordinariamente su cráneo. La Nochevieja de 1957 se suicidó en París. Sus restos descansan en el "Panteón de los Noailles" del cementerio de Montparnasse, junto a otros artistas.
Óscar Domínguez es considerado hoy en día uno de los mayores exponentes mundiales de la vanguardia histórica española que se gestó en París durante las primeras décadas del siglo XX. Versátil y polifacético, es uno de los artistas más atractivos e innovadores del panorama de la pintura internacional del siglo XX. En general, las figuras y objetos que componen sus obras surrealistas contienen referencias mágicas, mecanicistas y sexuales, situándose muchas de ellas en el paisaje canario a pesar de residir la mayor parte de su vida en París. La aportación más importante que Óscar Domínguez hizo al surrealismo fue la invención de la decalcomanía o calcomanía, técnica en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto. La utilizó por primera vez en 1934 y para la cubierta de la monografía de Westerdahl sobre Baumeister. También publicó un libro de ellas, Grisou, que no vio la luz hasta 1992, en París. Este procedimiento tuvo una magnífica aceptación entre los surrealistas que lo adoptaron rápidamente e influyó posteriormente en la pintura expresionista abstracta. La decalcomanía consiste en introducir gouache negro líquido entre dos hojas de papel presionándolas de un modo no controlado.