jueves, 16 de octubre de 2008

TRES VIVENCIAS: Los viajes

Te vas con desgana y cierto temor de casa, no te apetece cambiar de ambiente, perder la comodidad y la seguridad de lo cotidiano. Pero también se te despierta la sensación de aventura, la curiosidad, la fascinación por paisajes, culturas y experiencias diferentes. Por mi profesión he tenido la oportunidad de ver y convivir en lugares espectaculares, a veces mágicos. La primera comida en la Antártida, en la base uruguaya de Rey Jorge, cuando vimos por primera vez leones marinos dormitando en la playa. El trabajo en islas Galápagos, casí acariciando a las iguanas y navegando sobre un mar de tiburones. La cercanía de mis gentes con las gentes de allá. Desde luego, hay que desterrar los puentes levadizos.

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